Que nadie habría llegado ni tan siquiera a intuir si no hubiera sido por que el viento se levantó caprichoso y con ganas de bailar. Pensó que aquella hoja semitransparente podía contener más de un pensamiento, que como todos saben son otra forma de aire, y decidió tenderle una mano para comenzar un vals con la esperanza de que les condujera a algo más que un simple roce.
Levantó la humilde servilleta hasta convertirla en paloma mensajera, la tomó entre sus brazos y le permitió volar… y así llegó hasta las manos de la que nunca había recibido una carta, ni tan siquiera una nota
martes, 29 de abril de 2008
Así te lo cuento
Publicado por Neus en 13:03
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